• No lavar en lavavajillas. La alta temperatura y los detergentes agresivos pueden dañar la superficie de la tabla.
• No remojar ni sumergir completamente la tabla. La exposición prolongada al agua puede provocar deformaciones o agrietamientos.
• Lave a mano utilizando agua tibia y jabón para loza. Use una esponja suave para evitar rayones.
• Después de lavar, seque la tabla inmediatamente con un paño limpio y déjela en posición vertical para garantizar una correcta ventilación.
• Aplique cera de abejas periódicamente cuando note que la tabla pierde su brillo o suavidad. Esto ayuda a proteger la madera y mantenerla en buen estado.
• Para una limpieza profunda ocasional, mezcle bicarbonato de sodio con jugo de limón y frote suavemente la superficie. Enjuague y seque bien.
• Utilice las lijas incluidas para eliminar marcas superficiales. Limpie la superficie después de lijar antes de volver a aplicar cera.
• Evite el contacto con productos químicos agresivos o solventes, ya que podrían dañar el acabado de la madera.
• No coloque objetos muy pesados sobre la tabla, ya que esto podría generar deformaciones con el tiempo.
• Evite temperaturas extremas. No exponga la tabla a cambios bruscos de temperatura, como pasar de agua caliente a fría, ya que puede ocasionar grietas.
• Guarde la tabla en un lugar seco y ventilado. Evite almacenarla en ambientes húmedos o con exposición directa al sol.
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